jueves, 18 de mayo de 2017

Blog 6

Esta experiencia me ha abierto los ojos a donde es que yo vengo. Yo soy la pesadilla del sueño americano. Yo soy el producto de la pobreza mexicana y de los sistemas corruptos del mundo. El orgullo que antes sentía por ser mexicano ha cambiado. Ya no voy a poder disfrutar de las cosas bonitas que México ofrece sin pensar en mi familia en Veracruz. ¿Cómo yo voy a poder ir al país de mis parientes, vivir como un rico, y no preocuparme de nada sin pensar en la casita de teja que mi abuelo construyó y en cual mi papá vivía? ¿Cómo voy a olvidarme de la situación de mis primos tan rápido? Lamento de que no puedo hacer nada para ellos en este momento. Y peor, no voy a poder hacer nada por ellos por un buen tiempo. Por poco me alcanza para la renta este mes y todavía tengo que pedirle a mi papá por dinero para comida. Me estoy endeudando más y más cada semestre que estoy en UNCW. Mis notas no van a ser suficientes para entrar en una escuela de graduados buena, que también sale más caro que mi universidad de ahora. Quizás algún día voy a poder sacar a toda mi familia de la pobreza. Creo que yo también tengo un sueño americano.

Blog 5

Antes de que nos fuimos hablábamos de las diferencias entre México y Estados Unidos. También había escuchado historias de mis padres y de otras personas sobre cómo es vivir en México. Aprendí que hay dos tipos de inmigrantes: los que escapan un sistema corrupto para hacerse una nueva vida y los que vienen a ganar más dinero. Los que dicen que México es bonito son los más afortunados. Mis padres no eran de ellos. Yo no entendía porque mi papá no le gustaba platicar sobre su vida en México o porque no se sentía el mismo orgullo que otros mexicanos sentían. Ahora entiendo. Ahora sé que mis parientes sufren de una pobreza inmensa. El sistema americano es rudo, pero podemos vivir mejores aquí. No creo que ninguna persona en mi familia se va ser rico durante mi vida y es probable que yo tenga dificultades con el dinero luego en mi vida, pero no dudo de que aquí por lo menos me alcanza para un plato de comida cada día. 

miércoles, 10 de mayo de 2017

Blog 4

Mis primeros días me ido muy bien. Mis padres se preocupaban de mi por cuestiones de seguridad. Ahora veo que Oaxaca es seguro. Me siento confiado al caminar solo por la noche. Yo he visto muchas cosas interesantes aquí. En primer lugar, veo que muy desafortunadamente hay mucha pobreza en mi país. Esto me impacta mucho a mi porque mis padres inmigraron a Estados Unidos para salir de esta pobreza. Aun estando en Carolina del Norte, viví una vida de un pobre en los estados unidos. En comparación a México, viví la vida de un rico. Mi familia es la pesadilla del sueño americano. Gracias a Dios, mi papá pudo hacer una vida en cual yo, mi hermano, y ahora sus nietos, podemos tener éxito.

Una cosa que he hecho es comer mucha comida. Cada plato que yo he comido hasta este punto lo he disfrutado. No me quiero ir sin probar de todas las comidas, que son muy influenciadas por la cultura, que yo pueda. Aprendí que la comida tradicional aquí es algo que se ha replicado desde los tiempos prehispánicas, así que siento que por medio de comer la comida tradicional de mi región estoy acercándome más a mis raíces.

lunes, 1 de mayo de 2017

Blog 3


Estamos a una semana antes de llegar a Oaxaca. Me siento nervioso y muy emocionado. Creo que todavía no me ha pegado que voy a estar en el país de mis padres, abuelos, y ancestros. Oaxaca está cerca de Veracruz y ahí viven muchos de mis parientes. Me siento mal porque no voy a poder ir a conocerlos este verano, pero espero en ir en diciembre. Mis padres me dicen que debo tener mucho cuidado porque no están seguros de cómo está el asunto de seguridad en México al momento. Estaré con los ojos abiertos, pero no voy a dejar que eso impide a un buen tiempo en mi tierra. Quiero aprender lo más que yo pueda en los diez días cortas que vamos a pasar en Oaxaca. Siempre me han dicho que no soy lo suficiente mexicano y me matan las ganas de vivir en México por un rato. Este solo va ser el primer viaje de muchos. Ahora que la pobreza no impide que yo pueda hacer viajes, voy a conocer el país a cuál muchos me dijeron que yo y mis padres debíamos regresar. A mis primos, abuelos, tías, y tíos en Veracruz, los veo en diciembre. Al estado de Oaxaca, prepárense porque vengo a disfrutar de todo lo bonito que ofreces al mundo.